Esta nueva función es un esfuerzo de Instagram por mejorar los controles de privacidad y seguridad en la red de usuarios.
Instagram está probando una nueva opción que permitirá a los usuarios desactivar la confirmación de lectura en los mensajes directos. De acuerdo con Mark Zuckerberg, CEO de Meta, la herramienta está actualmente disponible para un grupo selecto de suscriptores. Se desconoce cuándo se habilitará de forma general.
Hasta ahora, la confirmación de lectura era obligada en la red social. A diferencia de WhatsApp, la aplicación marca los mensajes como vistos de manera dinámica y no por el simple hecho de abrir la conversación, como sucede en la app de mensajería instantánea. Cuando un usuario accede a un chat con diversas publicaciones pendientes de lectura, estas no se identifican como leídas hasta que hace scroll en la conversación.
¿Cómo desactivar el modo lectura en Instagram?
Para bloquear los mensajes de confirmación de lectura en Instagram, los usuarios deberán ingresar al chat en donde pretenden activar la función y dar clic en el nombre del contacto para acceder a las opciones de ajuste de conversación.
La pantalla mostrará un nuevo menú que incluye el apartado Privacidad y seguridad. Al ingresar a la sección aparecerá la alternativa Confirmación de lectura, con un botón de acción para encender o apagar el recurso a placer.
Instagram apuesta por la privacidad de los usuarios
El anuncio de esta nueva herramienta es un esfuerzo más de la red social para entregar mejores controles de privacidad a sus suscriptores. El mes pasado, Meta agregó a su Centro de Cuentas una función que permite a los usuarios deshabilitar el seguimiento que el algoritmo de Instagram hace de su actividad en sitios web de terceros y otras aplicaciones.
Las iniciativas de la empresa y otras grandes compañías tecnológicas enfocadas en reforzar sus mecanismos de privacidad responden a la creciente preocupación de los internautas sobre cómo sus hábitos online pueden exponer datos sensibles sobre su vida privada.
Los datos digitales de usuarios se han convertido en un mercado especialmente lucrativo entre ciberdelincuentes y empresas tecnológicas que basan sus productos y servicios en esta información.